De buena soy tonta, y no aprendo...no soy capaz de aprender. Hay personas con las que sí merece la pena ser buena, o hasta tonta...pero otras personas solo se aprovechan de ti. Y no aprendo porque no me haya pasado mil veces, no, no aprendo porque me gusta pensar que nadie es malo realmente. Pero me equivoco, me equivoco al confiar en las personas. Supongo que después de haber tropezado mil quinientas veces con la misma piedra, he aprendido. Se acabó el ser buena con los demás, el confiar en las personas. Al fin y al cabo quien más te hace daño, es la persona a las que más quieres.
¿Para que confiar en los demás? me va muy bien sola.

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