lunes, 14 de noviembre de 2011

Hay gente que me da asco. Después ya estás tú.

Mmmm la hipocresía... últimamente no veo más que gente hipócrita a mi al rededor, no sé si yo misma me he buscado esta situación o si he estado demasiado ciega para no ver lo que se ocultaba detrás de una bonita sonrisa y unas cuantas historias para no dormir. Voy a decantarme por la segunda opción. Esa gente hipócrita no tiene respeto por nada ni por nadie, solo sabe hacer daño, te destroza, le importas una puta mierda. Esa gente algún día fue tu amiga hasta que decidió hacerte daño. Y todo cambia, irremediablemente. Esas sonrisas, esos ¿qué tal estás?, la famosa frase "me alegro mucho por ti", todo es falso, y ¡coño! lo sé y tengo que tragármelo. 
Mandaría a tomar por culo a todas esas personas que serían capaces de hacer algo horrible a tus espaldas y después, sin cargo de conciencia, son capaces de sonreírte como la mejor persona del mundo. A la mierda.
Es lo que tiene, carácter fuerte igual a mala leche.




No hay comentarios:

Publicar un comentario